Ávila Lizárraga encubridor

A casi 3 meses de ocurrido el hundimiento del Flohotel Júpiter, PEMEX trata de minimizar el incidente.

Juan Sánchez Ramírez|Tabasco Hoy

Al referirse al caso no aclarado y muy obscuro del hundimiento de la plataforma Júpiter, donde uno de los personajes señalados como responsable directo del hecho es Mario Alberto Ávila Lizarraga (MAL), quien a toda costa trata de desmarcarse de toda culpa, el dirigente estatal del Partido Convergencia, Manuel Zavala Salazar, denunció que la corrupción al interior de Petróleos Mexicanos (Pemex) no tiene límites.

Este asunto -donde permeó la corrupción entre el subdirector de la Coordinación de Servicios Marinos (CSM), Ávila Lizarraga, y altos funcionarios de Cotemar- no debe de quedar en el olvido con la remoción de la estructura hundida en aguas del Golfo de México, sino que debe de seguirse una profunda investigación.

A punto de que se cumplan 3 meses de que colapsara la Júpiter, debido a una aparente falla mecánica en una válvula de control del pontón de babor de la plataforma semi-sumergible, MAL sigue sin transparentar el tipo de contrato que mantiene Pemex con Cotemar y las sanciones que se deben aplicar, aseveró.

Suena ilógico y hasta absurdo que Ávila Lizarraga exprese sobre el incidente que no está dentro de su competencia y quiera sacudirse los nexos que mantiene con esta empresa (Cotemar), considerada entre la favoritas de Pemex, Exploración y Producción (PEP).

Si existe un funcionario inmiscuido hasta el fondo, porque avala las licitaciones millonarias hacia Cotemar, es Mario, ya que sin pudor alguno otorga condiciones favorables a la compañía, pese a las deficiencias que ya presentó en sus estructuras, aseguró Zavala Salazar.

Pasarán los meses y los mexicanos tendremos que acostumbrarnos a la permanencia de Cotemar en la Sonda de Campeche, aun por encima de los sucedido con la plataforma referida, "total, don Mario ya dijo que no pasa nada", agregó.

Para mí este caso no sólo forma parte de una serie de irregularidades al interior de la paraestatal, por la forma como se entregan los contratos, sino que demuestra la corrupción y el enriquecimiento ilícito donde al parecer participa activamente Ávila Lizarraga, acotó.

Y no se dude que de este accidente, que pudo costarle la vida a cientos de trabajadores petroleros, hayan salido algunos "ganones", porque detrás de una desgracia siempre existen oportunistas, señaló el dirigente de Convergencia.

Cualquier dependencia gubernamental merece contar con funcionarios honestos, pero lo sucedido con el hundimiento de la Júpiter dio muestras de qué está hecha la "mal llamada empresa de todos los mexicanos, observó Zavala Salazar.

Cuando oímos que altos funcionarios de Pemex rechazan que el flohotel Júpiter estaba en malas condiciones, pues en junio de 2010 se le realizó una inspección y no se detectó alguna irregularidad, suena como a una defensa férrea hacia Cotemar para seguir justificando su permanencia en los millonarios contratos que otorga la paraestatal.

Sobre esto no se puede olvidar que el diputado local del Partido Acción Nacional, Luis Alberto Calderón Barrera, afirmó que Ávila Lizarraga, subdirector de la Coordinación de Servicios Marinos, debía ser separado de su cargo hasta que se esclareciera en su totalidad el caso del hundimiento de la plataforma Júpiter, propiedad de Cotemar.

Esta empresa, según el Senador Sebastian Calderón Centeno, beneficiada por Ávila Lizarraga, regenteaba un contrato de aproximadamente 700 millones de pesos.

En este contexto, el delegado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Carmen, Héctor Raúl Hammeken Barreto, reiteró que la riqueza de Petróleos Mexicanos (Pemex) no puede permanecer en manos de unos cuantos y menos de personas que llegan a los cargos directivos con antecedentes que huelen a corrupción, como Mario Ávila Lizarraga (MAL).

El incidente que puso en riesgo a cerca de 713 obreros a bordo del flohotel Júpiter, ocurrió el 12 de abril pasado y hasta estas fechas continúan las maniobras para retirar la estructura de la Sonda de Campeche.