JAVIER GONZÁLEZ GARZA| TERRA
Elba Esther Gordillo es una de las expresiones más nítidas del régimen corrupto que se pretendía eliminar con la transición a la democracia, y su fortalecimiento evidencia el fracaso de la alternancia
"¡El SNTE jamás volverá a permitir la instalación de un cacicazgo, porque daña la conciencia y el intelecto de los maestros en México!", fue la frase con que Elba Esther Gordillo asumía la dirección del SNTE desplazando a Carlos Jonguitud Barrios. Hace 22 años Carlos Salinas de Gortari decidió intervenir en los dos sindicatos más importantes del país, el de petroleros y el de maestros. Evidentemente la intención no fue, como entonces se planteaba, sanear la vida interna y evitar cacicazgos. Por el contrario, quería controlarlos y hacerlos funcionales a su proyecto. En el Caso de Pemex, Salinas impuso a Carlos Romero Deschamps hasta hoy dirigente del sindicato petrolero.
Gordillo es una de las expresiones más nítidas del régimen corrupto que se pretendía eliminar con la transición a la democracia, y su fortalecimiento evidencia el fracaso de la alternancia. Elba Esther ha estado vinculada desde entonces al poder presidencial. En el sexenio de Zedillo su poder creció al confrontar a gobiernos estatales débiles con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, en el proceso de descentralización educativa. Durante el Sexenio de Fox se fortalece aún más y funda, a partir del sindicato, el Partido Nueva Alianza.
Por alguna razón todavía no aclarada, Elba Esther Gordillo decidió dar a conocer algunos acuerdos a los que llegó con el entonces candidato presidencial Felipe Calderón. En el mismo acto se deslinda de Miguel Ángel Yunes y de su gestión al frente del ISSSTE.
Los acuerdos entre la maestra y Calderón eran evidentes y prácticamente públicos. Incluso se filtraron grabaciones a los medios evidenciando la presión de Gordillo a gobernadores priistas el día de la elección. Pero el hecho de aceptar públicamente un pacto en el que el apoyo electoral sería pagado con puestos en el gabinete, y quien sabe qué más, es un tema fundamental.
A esa declaración, Yunes contestó con una grave acusación de corrupción que involucra no sólo a Elba Esther, también al ISSSTE y al Partido Nueva Alianza. Yunes declaró que en una reunión Gordillo le exigió desviar 20 millones de pesos mensuales para los trabajos del Partido Nueva Alianza. Él dice que no se los dio, pero sí acepta haber recibido 10 millones de pesos, entregados en efectivo en el aeropuerto de Veracruz, y firmado un pagaré por tal cantidad. Según él ese dinero se lo entregó al presidente estatal del Panal en Veracruz, para su campaña.
Estas declaracio- nes son suficientes pa- ra abrir investigaciones por lavado de dinero, evasión fiscal, re- base de tope de campaña, financiamiento ilegal y peculado, cuan- do menos. El IFE, el SAT y la PGR podrían incluso actuar de oficio.
En la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se calificaba de un "gran cochinero" que había salpicado al sistema, empezando por Calderón. Ahí también se aprobó un punto de acuerdo para formar una comisión que investigue las finanzas del ISSSTE.
Fue hasta el miércoles 6 de julio que Calderón aparece en una entrevista en la que se limitó a calificar los hechos como un "espectáculo lamentable", solamente eso. En otras palabras, aquí no pasa, ni pasará, nada.
Éste no es el primer caso de corrupción de personajes cercanos a Elba Esther Gordillo. Tan sólo recordemos la denuncia que hicieron los directivos del grupo Megamedia, en marzo del 2009. Se trataba de un paquete publicitario para apoyar a candidatos del PAN en las elecciones locales de Campeche por más de 3 millones de pesos, en el que el director de la Lotería Nacional, Miguel Ángel Jiménez Godínez, pidió literalmente "factúralo a nombre de la Lotería Nacional". Aquella denuncia presentada a la Presidencia de la República, la Secretaría de Gobierno y al CEN del PAN no tuvo ninguna consecuencia. Miguel Ángel Jiménez Godínez renunció voluntariamente a la Lotería, pero nunca se le investigó o castigó. Al contrario, días después fue enviado como diplomático para representar al gobierno mexicano en Gran Bretaña.
La utilización de maestros electoralmente y las informa- ciones sobre tareas que niños hacen en sus escuelas para elaborar propaganda política del Partido Nueva Alianza no han merecido investigación de alguna autoridad de la SEP. Tampoco se investigan las acusaciones de corrupción en el manejo del fondo de retiro de los profesores que maneja el sindicato.
En realidad, las recientes declaraciones de Calderón intentan ser una tapadera a lo que está pasando. Calderón, con sus acciones y omisiones alrededor de Elba Esther Gordillo, le garantiza impunidad.
Evidentemente los compromisos de Calderón con Elba Esther no son en el terreno educativo. Aún siendo priista Elba Esther aprovechó su cargo como coordinadora de la fracción parlamentaría del PRI en la Cámara de Diputados para hacer una alianza con el PAN. Entre los dos partidos nombraron al presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, un personaje dependiente de Elba Esther. Efectivamente, lo que estamos viviendo es un espectáculo lamentable, pero no sólo de Elba Esther y Yunes. El gran problema es que el propio Calderón es
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