Javier Lagunas | TABASCO HOY
Un periodista preguntaba en su espacio editorial, ¿qué ha dejado el petróleo hasta ahora a Tabasco? Sin esperar respuesta él mismo señaló: Pobreza, ha pervertido las relaciones sociales, ha creado una clase política depredadora y está destruyendo el medio ambiente.
Nuestro acuerdo con el comunicador es parcial porque debe precisarse que si bien, el petróleo y su explotación a manos de PEMEX y firmas privadas ha generado deterioro ecológico que va de lo moderado a lo severo, actualmente la paraestatal procura realizar sus actividades con la menor afectación posible, estrictas normas de seguridad y ambientales rigen la ejecución de prácticamente todos los contratos otorgados, es decir, existe una conciencia digamos institucional de cuidado del entorno, pero en la práctica funcionarios de la empresa se pervierten y pervierten todo intento por mejorar este aspecto.
Cada contrato, especial o específicamente de perforación, remediación de suelos o recolección de residuos peligrosos por citar algunos ejemplos, contienen todo un apartado de protección ambiental cuyo cumplimiento es obligatorio; no obstante, para ganarse miles o cientos de miles de pesos, supervisores, gerentes, subgerentes y demás personal encargado de auditar o controlar una ejecución apegada a lo estipulado, pasan por alto omisiones dolosas, fallas, inconsistencias o quebranto de las normas autorizando se entreguen los servicios con serias deficiencias. Por supuesto, igual culpa llevan contratistas corruptos, quienes por ahorrarse mucho más de lo que deben repartir en las manos correctas, incumplen con las medidas de protección del medio ambiente a sabiendas por supuesto, que otro corrupto se los permitirá previa entrega de determinada cantidad, generalmente en efectivo.
Por ello muchos funcionarios de medio y alto nivel de Pemex pasean por la ciudad presumiendo dinero y propiedades mal habidas, mientras seudo empresarios tan corruptos como corrompedores hacen lo propio "brillando en sociedad" aun cuando su riqueza material provenga de la trampa y la estafa. No es Pemex como institución la que ha dañado el entorno de Tabasco, son sus funcionarios rateros y los contratistas bribones, no todos es verdad, pero sí los suficientes para causar gran daño…
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