Los 11 billones de PEMEX

POLIMNIA ROMANA

La justificación que quieren vendernos para abrir a la iniciativa privada la industria petrolera nacional, que es la "reforma" que sigue a la laboral, es totalmente falsa: Pemex ya no da para más.

Pero no es así. Lo que ya no da para más es la continuidad de gobiernos neoliberales corruptos cuyas administraciones se han dedicado a saquear los recursos de Pemex y dejar de invertir en su infraestructura, en capacitación de personal, en investigación científica y tecnológica, y, como si esto fuera poco, han mantenido la política de correr a ingenieros y técnicos profesionales y comprometidos con nuestra empresa nacional. La lista es larga y dolorosa.

Según informes de la Secretaría de Hacienda y de la misma paraestatal, Pemex aportó al fisco en 12 años más que el monto de la deuda del sector público federal, que llegó en septiembre pasado a 5.6 BILLONES DE PESOS.

Es decir que los ingresos petroleros obtenidos de 2001 a la fecha superaron la cifra de la deuda total de México.

¿De veras Pemex ya no da para más?

Y el colmo, según el mismo informe, a pesar de esa cantidad estratosférica de dinero Pemex está endeudada como nunca.

¿Quién habla de esto en los medios de comunicación?

¿Quién se atreve a llamar a las cosas por su nombre y en vez de alentar a los nuevos saqueadores de México los critica un poquito?

Es una aberración sacrificar a una empresa, la principal de México y de Latinoamérica, que ha financiado al gobierno federal durante 12 años con alrededor de 6.4 BILLONES DE PESOS, vía impuestos, derechos y aprovechamientos, de los casi 11 BILLONES DE PESOS por las ventas que obtuvo en ese mismo período.

¿Cuál fue el destino de esos recursos?, porque nada ha mejorado para la gente en 30 años de prian?

Pemex es el mayor contribuyente del país, su privatización, o su "apertura" al capital privado como anuncia Peña Nieto y todos los que están de acuerdo con él, ocasionará un HOYO FISCAL enorme porque las empresas hermanas de la caridad que se interesan en invertir en Pemex de ninguna manera están dispuestas a pagar los onerosos impuestos que actualmente se le extraen.

¿Quién va a poner el resto para tapar ese HOYO?

¿Con qué se van a generar empleos y recursos para educación, salud y bienestar de la gente?

Esto ya no es sólo un problema económico sino de sentido común. Se avecina mayor deterioro social, más inseguridad, más pobreza, más violencia y más sufrimiento para todos, sí, para todos porque no habrá paz ni tranquilidad.