Jorge Vega
Un documento de la Secretaría de la Función Pública reconoce que Pemex Gas y Petroquímica Básica tiene al menos 17 filiales que están fuera de su control y a pesar de que estas compañías sirven para distintos fines como importar gas o para asociarse con otras empresas, tampoco son revisadas por la Auditoría Superior de la Federación.
De acuerdo con el reporte, ninguna de las filiales ha recibido una auditoría o tiene los protocolos que se requieren para cumplir con la normatividad requerida por empresas con capital del Estado; además tienen denominación extranjera y asociaciones con empresas privadas como Gas Natural México, entre otras.
Es de señalar que la última de estas compañías se formó en marzo pasado, llamada TAG Pipelines de R.L. de C.V., creada como una filial de dos empresas que Pemex formó con base en las Islas Caimán y que tienen como encargo abastecer de maquinaria o financiamiento a Mex Gas Internacional, otra filial que desplazó a PMI en las importaciones de Gas Natural y LP.
Al respecto, Pemex Gas y Petroquímica Básica reconoció que estas empresas operan alrededor del organismo, pero sin la vigilancia y rigor común que se tienen con las paraestatales.
Esta situación hace a las filiales un paraíso de corrupción, pues la Secretaría de la Función Pública señala que tienen múltiples irregularidades, pues no tienen consejeros profesionales, sus directivos son al mismo tiempo su Consejo de Administración y se autorizan su plan de negocios, compras y adquisiciones, sin alguna normatividad.
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