Alberto Barranco
Sin haberse cerrado aún el expediente del diferendo entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y el consorcio coreano Comproca por los sobrecostos exigidos por éste, alegando vicios ocultos en el contrato de reconfiguración de la refinería de Cadereyta, ya le salió un retoño a la pesadilla
Hete aquí que el grupo Protexa, de los hermanos Javier y Humberto Lobo Morales, acaba de plantear un reclamo por supuestos adeudos de la paraestatal en su participación frustrada como constructora de una planta coquizadora de la propia refinería. La intención de la paraestatal era aprovechar el coque o residuo de petróleo en el proceso de refinación para utilizarlo como combustible para plantas generadoras de energía eléctrica.
De hecho, aún incipiente el levantamiento de la planta, Pemex tenía ya comprador: Cementos Mexicanos, la firma de Lorenzo Zambrano, firmó un contrato de exclusividad en la compra de la mercancía por tres años.
El problema, ¡válgame Dios!, fue que Protexa no cumplió con la ruta crítica prevista, lo que obligó a plantear una demanda de rescisión de contrato, que al final del día ganó la paraestatal.
La estafeta la asumiría la firma constructora Tribasa de David Peñalosa Sandoval, quien tenía una participación de 5% en el consorcio Comproca, integrado, además, por la firma alemana Siemens y, naturalmente, la coreana SK Engineering.
El caso es que Tribasa tampoco pudo, tantito por las dificultades técnicas que enfrentó, y tantito por los problemas de su presidente al no cumplir con un préstamo de Nacional Financiera.
El contrato, pues, sería ahora para el grupo ICA, de Bernardo Quintana Isaac, quien finalmente entregaría la planta a Pemex.
El problema es que en la ruta abrupta pasaron seis años, lo que provocó que Cemex planteara una demanda contra Pemex por incumplimiento de contrato en el suministro de coque de petróleo, obligándose la paraestatal a importar el producto a su favor, para evitar el pago de una colosal multa. Naturalmente, la factura fue por varios millones.
El absurdo es que tras haber roto los platos de Pemex, la empresa Protexa pretenda ahora que se le pague la vajilla completa.
Lo peor del caso es que dadas las complicidades que en Petróleos Mexicanos están en subasta al mejor postor, en una de esas gana el pleito, lo que, decíamos, le daría un adendum a la pesadilla que representó la reconfiguración y modernización de Cadereyta, cuya etapa final, 10 años después, no termina de llegar.
Como usted sabe, el gobierno zedillista le entregó un contrato a Comproca bajo el supuesto de que había matado víbora en viernes, dado el bajo precio alcanzado.
El caso es que los coreanos, en afán de sostener su precio, importaron al país material y aún mano de obra de segunda, llegándose, por ejemplo, al caso de traer a 400 jóvenes habilitados como soldadores, quienes eludían así su servicio militar obligatorio que implica cuartel durante dos años.
En el jaloneo, tras colocar en la mesa un sin fin de reclamaciones por supuestos vicios ocultos en el contrato, el consorcio entregó las obras inconclusas, no obstante lo cual Petróleos Mexicanos le firmó un finiquito.
El asunto, lo recordará usted, llegó a la Comisión Internacional de Arbitraje, con sede en París, quien el año pasado emitió una resolución a favor de Comproca, que obligaba a Petróleos Mexicanos a pagarle 630 millones de dólares.
La firma coreana lanzó las fanfarrias al vuelo. Sin embargo, homologada la resolución con las leyes mexicanas, el asunto está aún en los tribunales bajo la posibilidad de llegar a un arreglo. Según ello, Pemex colocaría 100 millones de dólares como punto final, no obstante que sus propias reclamaciones alcanzaban mil 800 millones de dólares.
El caso es representativo de la forma tradicional en que la paraestatal realiza negocios, y de la impunidad de sus funcionarios. Hete aquí, para no ir lejos, que el que fuera entonces director general de Pemex Refinación, Jaime Mario Willars, tras una larga estancia en Rusia se pasea como Juan por su casa en el país sin responsabilidad alguna al calce.
Y ahí está Protexa con la mano extendida.
3 Comentários:
DESEO SABER QUE HACER., FUI TRABAJADOR ACTIVO DE PEMEX ENTONCES ERA DE PLANATA DE 1973 A 1991, CUANDO LAS LIQUIDACIONES, VOLVI A LA EMPRESA EN 1998 Y SIGO LABORANDO PERO NO CUENTO CON EL BENEFICIO DE PLANTA, PARA PODER JUBILARME., COMO LE HAGO ? AYUDAA
PEMEX ES UN FIASCO AKI EN POZARICA, MILES DE TRABAJADORES SE HAN QUEDADO SIN EMPLEO GRACIASA QUE PEMEX RETIRO CONTRTOS A COMPAÑIAS, PERO NI ELLOS QUIEREN HACER NADA POR SUS EMPLEADOS DE PLANTA.
INVESTIGUEN EL SALDO ACTUAL TOTAL DE NUESTRO "SAR" HABER SI A ALGUIEN LES DAN RAZON DE ESTE.., YA QUE EN NINGUNA INSTITUCION BANCARIA O DE PEMEX INFORMAN (SE HECHAN LA PELOTA UNO A OTRO)
PD. DE QUE ES "MIERDA ESDRAS., ES MIERDA
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