La Banda Televisa, Sumisión Total

domingo, 19 de septiembre de 2010.

Con sólo dos votos a favor de un total de cinco integrantes de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, pasando por alto un punto de acuerdo de todas las fuerzas políticas del Congreso de la Unión, violando dos resoluciones judiciales que ordenaron como medida cautelar suspender la licitación de la banda 1.7Ghz, el gobierno de Felipe Calderón decidió entregarle a Televisa-Nextel a precio de “ganga” (180.3 millones de pesos) el espectro más valioso en telefonía móvil.

El título de concesión no sólo establece que Televisa y Nextel pagarán 28 veces menos al valor del mercado, según los cálculos de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI). También dejará ocioso un recurso propiedad de la nación que es el otro bloque de 30 Mhz ya que los dos únicos postores que llenaban los requisitos de las bases y de la Comisión Federal de Competencia (Telcel y Nextel) decidieron aliarse en lugar de competir “con el objeto de bloquear la entrada a otros posibles competidores”, de acuerdo con el especialista Ramiro Tovar Landa.

El fallo de la Cofetel fue calificado como “inconstitucional, ilegal e inmoral” por el diputado panista Javier Corral, quien argumentó que el la decisión adoptada el lunes 16 de agosto en la Cofetel “no se apegó a la ley, toda vez que una minoría de dos comisionados pretende adjudicarse una decisión que por lo menos pueden tomar tres de los cinco comisionados que integran el pleno”.

Corral anunció que iniciará junto con otros legisladores e integrantes de la AMEDI una estrategia para impugnar la decisión que viola los artículos 28 y 134 constitucional, ya que la licitación favorece la concentración del espectro a favor de Televisa y la adjudicación “no asegura las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias pertinentes”.

En medio de una intensa presión y cabildeo hacia la Cofetel, hacia la Comisión Federal de Competencia y entre distintos organismos de telecomunicaciones como la Canieti y la Canitec, protagonizada por el vicepresidente Ejecutivo de Televisa, Alfonso de Angoitia y el vicepresidente de Finanzas de la misma empresa, Salvi Folch Viadero, cuatro de los cinco integrantes de la Cofetel sesionaron, pero sólo dos votaron a favor: el nuevo presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, y Gonzalo Martínez Puos, ex responsable jurídico de la SCT.

De los otros dos presentes, el comisionado Rafael del Villar presentó un documento de 170 cuartillas para argumentar que hubo desinformación en el proceso de licitación y que después de tres meses de haber iniciado el proceso, él se dio cuenta que era necesario cambiar las bases de licitación que favorecieron ampliamente a Televisa-Nextel.

El comisionado Ernesto Gil Elorduy, ex senador del PRI, se abstuvo en la votación advirtiendo que existen medidas cautelares ordenadas por un juez de Guerrero y otro de Tamaulipas en contra de la licitación. El comisionado José Luis Peralta, el único que no asistió ni a la sesión del viernes 13 ni a la del lunes 16 de agosto, recordó mediante un oficio que desde diciembre de 2009 él recomendó modificar las bases de licitación.

Acuerdo Electoral Televisa-Calderón

Frente a esta situación, el ex subsecretario de Comunicaciones, Jorge Alvarez Hoth afirma a Proceso que esta licitación es “el resultado de un acuerdo del gobierno de Felipe Calderón con Televisa, con miras a las elecciones del 2012”.

Héctor Osuna –el anterior presidente de la Cofetel removido a finales de junio- “no le garantizaba al gobierno de Calderón el pago del favor frente a  Televisa. Mony de Swaan sí representa los designios de Calderón con Televisa”, afirmó el especialista, actualmente presidente de Grupo Alcance.

Entrevistado en sus oficinas, Alvarez Hoth, subraya que las bases de la licitación número 21, correspondiente a la banda 1.7 Ghz, “fueron mal diseñadas y no fueron modificadas antes de que iniciara la puja, a pesar de que el numeral 27.10 preveía que los propios comisionados podían modificar las condiciones”.

La solución para evitar la diferencia de casi 5 mil millones de pesos entre lo que va a pagar la sociedad Televisa-Nextel y los otros competidores (Telcel y Telefónica) hubiera sido incorporar una cláusula conocida como dragalon (anglicismo que significa establecer un precio mínimo “de arrastre”).

Este tipo de mecanismos se utilizan para establecer, por ejemplo, “que quien pagó sin competencia en el bloque de 30 Mhz no puede pagar menos del 80 por ciento de lo que pagaron los otros competidores”.

“Las bases de licitación fueron mal diseñadas porque era previsible que no hubiera nuevos entrantes, sino los de siempre. El mayor bloque de espectro, el de 30 Mhz, era claro que sólo podía ser para Televisa o Nextel. Los comisionados pudieron haber declarado desierta la licitación. Esa es una de sus facultades”, reflexiona Alvarez Hoth.

-¿Existe alguna similitud entre esta licitación y la entrega de la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad al grupo formado por Televisa-Megacable-Telefónica? –se le cuestiona al ex subsecretario de Comunicaciones.

-En ambos casos, Televisa está comprando barato. Lo mismo sucedió en el caso de la fibra óptica.

Por su parte, el consultor Ramiro Tovar Landa, señala que tras esta licitación “la Cofetel queda destrozada, a pedazos, vulnerada en su autonomía”. Y coincide con Alvarez Hoth: “en los dos procesos de licitación más importante, el de la fibra óptica y el de la banda 1.7 Mhz, hay un factor en común, que es Televisa”.

“La actual política de telecomunciaciones del gobierno de Calderón está caracterizada porque el Ejecutivo se dejó capturar por el único agente dominante con una plataforma en medios de comunicación. Ahora Televisa va a tener presencia e infraestructura importante. Es para fortalecer su posición como agente dominante exclusivo en el mercado del triple play que ahora será cuádruple play”, analiza Tovar Landa, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

“Todo esto empezó con la renuncia de Héctor Osuna y la llegada de Mony de Swaan. Esto no es un ‘accidente’ de la licitación. Esto fue concebido desde el gobierno federal para volver a centralizar las decisiones de la Cofetel y hacerlas depender del presidente”, indica en entrevista vía telefónica con Proceso.

Tovar Landa fue el primer especialista que advirtió en un estudio difundido hace dos meses que Televisa acabaría pagando 180.3 millones de pesos por el mismo espectro por el que los demás pagarían más de 1 mil 093 millones de pesos. Su informe generó una airada reacción de Javier Tejado Dondé, director Jurídico de Televisa, quien negó en un extenso artículo en el periódico Reforma que su empresa fuera beneficiada en la licitación de la banda 1.7Ghz.

Tovar Landa reitera que tuvo razón desde el principio y califica como “mentiroso” el comunicado de prensa que emitió la Cofetel el mismo 16 de agosto por dos razones: es mentira que se hayan licitado los 90Mhz, ya que quedó desierto un bloque de 30 Mhz; y es incorrecto que exista un incremento de 75 por ciento del espectro actualmente disponible (120 Mhz) “con lo cual México se coloca a niveles similares de los países como Canadá, Indonesia o Argentina”, tal como afirmó el penúltimo párrafo del boletín de Cofetel.

“Sólo se licitaron 60 Mhz y no 90 Mhz. Si la aritmética no me falla, 120 más 60 da 180 Mhz. No estamos a nivel de Canadá o Argentina, donde están por arriba de los 200 Mhz. No sé por qué creen los de Cofetel que por repetir las cosas se convertirán en verdad”, sentencia el académico.

El Acuerdo de Convergencia

De manera simultánea al fallo de la Cofetel en la licitación 21, el presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, afirmó que es necesario cambiar el título de concesión de Telmex para que este corporativo pueda entrar al mercado del triple play, ofreciendo contenidos en televisión restringida.

“Se debe resolver de una vez por todas el problema de la interconexión competitiva (entre las redes de Telmex y los otros operadores), que se defina qué es lo que tiene que cumplir la empresa y que lo haga”, afirmó Pérez Motta en entrevista con El Universal.

En respuesta, el presidente de Cofetel, Mony de Swaan, afirmó que el cambio de título de concesión no debe ser exclusivo de Telmex sino que “se debe hacer una revisión general de las concesiones para eliminar su carácter restrictivo y permitir a los jugadores crecer los servicios de acuerdo con los cambios tecnológicos”.

Voceros de las empresas Megacable, Axtel y de la Cámara Nacional de la Industria de la Televisión por Cable (Canitec) afirmaron que no es el momento de cambiar el título de concesión de Telmex y que la licitación de la banda 1.7 Ghz no tiene qué ver con este proceso.

La oficina de Comunicación Social de Telmex informó a Proceso que no existe ninguna notificación de Cofetel o de la SCT para garantizar el cambio de título de concesión y poder competir con Televisa en el triple play.

El pasado 21 de julio, el director de Telmex, Héctor Slim afirmó en una conferencia telefónica con inversionistas que “el incumplimiento del Acuerdo de Convergencia, firmado hace 4 años, con la SCT impide que en el país haya una competencia de servicios convergentes”.

Esto provocó que al segundo trimestre del año los ingresos de Telmex disminuyeran en 4.6 por ciento con respecto al mismo periodo de 2009, según Slim.

Artífice del Acuerdo de Convergencia que ordenaba el cambio de título de concesión de Telmex a cambio de cumplirse con los acuerdos de interconexión, interoperabilidad y portabilidad, firmado en 2006, Alvarez Hoth advierte que este acuerdo “ya causó Estado y hay que cumplirlo. Lo que hay que exigir es cuentas a las actuales autoridades y empresas de por qué no se ha cumplido”.

Para el especialista Ramiro Toval, en materia de convergencia el gobierno de Calderón “está otorgando una exclusividad de facto, sin límites, sin caducidad, sin fecha, a favor de Televisa”.

“Nos quedamos sin árbitro ante los grandes intereses de Televisa y de Telmex. O, por lo menos, el árbitro ya decidió que el nuevo eje será Televisa. Es una política industrial activa a favor de Televisa. Se trata de operar lo necesario para entregar un sector de las telecomunicaciones a un jugador privilegiado”, abundó.

-¿Es peor que la Ley Televisa? –se le cuestionó.

-Es peor porque aquí se está dando de facto, sin legislación alguna.

Fuente: Proceso

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