En una boda en Guanajuato Peña Nieto la crema y nata de la mafia y sus “enemigos”

domingo, 26 de septiembre de 2010.

imageEn una boda también hay desencuentros. Mientras Alejandro Goñi y Miriam Hernández celebraban felices su matrimonio, los gobernadores de
Guanajuato y el Estado de México se ignoraron.

En la ex hacienda de San Gabriel de Barrera, en Guanajuato, se llevó a cabo la boda en la que la división de partidos era evidente, panistas y priistas sentados en diferentes mesas, de espaldas, pero muy cerca.

A la llegada de Enrique Peña Nieto, los invitados reaccionaron inmediatamente, lo señalaban, murmuraban, incluso aseguraban “ahí viene el próximo presidente” y reían por el placer de adivinar el futuro del país.

Peña Nieto, acompañado de Angélica Rivera, fue complaciente con los presentes, se detenía a saludar, agradecía los halagos se tomaba fotografías, un experto de las relaciones públicas.

Forzosamente, tenía que cruzar la mesa blanquiazul, Juan Manuel Oliva, el Secretario de Marina, Mariano Francisco Saynes, el cardenal Norberto Rivera, Olegario Vázquez Raña y un empresario mexiquense.

El gobernador del estado de México saludó a todos, menos a uno. Un divorcio confirmado desde siempre. Juan Manuel Oliva no cedió, miraba de reojo los movimientos de Peña Nieto, sonreía, sin embargo, tampoco se levantó y el encuentro esperado por todos no sucedió.

La mesa tricolor estaba integrada por el ex líder petrolero Carlos Romero Deschamps, Emilio Chuayffet y Eugenio Hernández Flores, gobernador de Tamaulipas, todos recibieron al posible candidato priista a la presidencia con evidente entusiasmo.

Una celebración familiar con tintes políticos y de farándula, llegó el secretario de salud, José Ángel Córdova, el Coque Muñiz, Alfredo Adame, incluso el Cardenal Onésimo Cepeda estuvo presente.

Y es que el novio es hijo del Presidente Nacional de Cruz Roja Mexicana, Daniel Goñi, por lo que los famosos llegaron al lugar y ocupaban las mesas bien decoradas para la ocasión en San Gabriel de Barrera.

Fue evidente que Peña Nieto robó la atención de los presentes por varios minutos, todos querían foto y exigían un momento junto a la figura pública que nunca soltó a su pareja, la actriz Angélica Rivera, La Gaviota, quien lucía un vestido en color oro que hacía resaltar su belleza.

Sólo la llegada de los novios y el estruendo de los mariachis silenció la fama del priista. Mientras las rivalidades partidistas se evidenciaban, las invitadas miraban a Angélica Rivera, es que “su belleza es impactante”, “sí está bonita”, “se ven muy bien juntos”, eran sólo algunos de los comentarios que lanzaban al aire las curiosas que se acercaban a la pareja.

Finalmente, todos sentados, en un mismo cuadro se podían apreciar el agua y el aceite juntos. Los representantes de los partidos estaban a un paso de la mesa, pero decidieron dirigirse sólo a sus vecinos.

Platicaban reían, intercambiaban ideas y hasta el Cardenal Norberto Rivera, se dio tiempo de regalarle gel desinfectante al gobernador y su esposa Martha. Limpias las manos, a degustar los alimentos.

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