Gregorio Vidal* | El Universal
Los resultados de las exportaciones petroleras en 2011 que informa Petróleos Mexicanos (Pemex) son considerablemente positivos.
En el año 2011 las divisas provenientes de las exportaciones petroleras sumaron cerca de 56 mil millones de dólares. Es una cantidad superior 36% a la alcanzada en 2010.
Como en años previos, las exportaciones petroleras son un componente importante del total de las mercancías que son comercializadas en el exterior desde México. Sin embargo, como sucede desde hace años, la mayor parte de lo exportado es petróleo crudo y su principal destino es Estados Unidos.
En 2011 del total de las exportaciones petroleras, el crudo representó 89%.
Los precios internacionales del llamado oro negro continúan altos y puede concluirse a partir de ello que el país debe aprovechar la situación y continuar extrayendo crudo para venderlo en el extranjero. Hay otros datos del comercio exterior en la materia a partir de los cuales es pertinente objetar una conclusión como la que se presenta líneas antes. Como se observa en la gráfica gran parte de los dólares obtenidos por vender petróleo al exterior se utilizan en comprar gasolinas. En el año 2011, 51% de los recursos financieros producto de vender petróleo crudo se utilizó para adquirir en el extranjero gasolinas y diesel, que también tienen altos precios en los mercados internacionales. Conforme pasan los años es mayor el consumo de gasolina y diesel que se importa. En el año 2011, en el periodo de enero a septiembre se reporta una producción diaria de 400 mil barriles de gasolinas, pero Pemex vendió en el mercado interno 800 mil barriles diarios en promedio.
Con el diesel sucede algo semejante, se producen en el país 273 mil barriles diarios y se comercializan 383 mil. En las gasolinas es posible sostener que 50% del consumo en el país se importa. En diesel la cifra es cercana. Además, Pemex no esta cumpliendo con las cantidades que tenía programado producir de diesel y de gasolinas. Las diferencias son importantes, dando cuenta de un severo proceso de desindustrialización en el organismo público descentralizado. En 2011, se tenía programado producir 496 mil barriles diarios de gasolinas. La diferencia con lo reportado es del 20%.
Contar con refinerías que trabajen en condiciones adecuadas y con capacidad para surtir la demanda nacional de petrolíferos no es una tarea imposible. No implica una dificultad técnica notable y menos aún insalvable. Desde el punto de vista financiero su construcción es viable. Las condiciones de años recientes, por los precios en los mercados internacionales de los hidrocarburos, que implican la obtención de recursos financieros por encima de lo programado lo hacen posible. En 2011, para el periodo de enero a septiembre, Pemex reporta que las divisas producto de las exportaciones de crudo son superiores 70% a la meta programada, lo que implica recursos financieros de más de 15 mil millones de dólares.
Sin duda que el uso de estás divisas es un notable ejemplo de desperdicio de la riqueza de la nación. También implica que en otros países hay refinerías que operan para surtir las necesidades de la economía de México.
Mantener la operación de Pemex bajo estas condiciones, significa que es en otros territorios donde se han creado y se mantienen empleos, tanto por la construcción y operación de las refinerías, como por las actividades complementarias que acompañan su funcionamiento.
Es en otros territorios que se generan medios para que la economía crezca. Lo que acontece en Pemex es un ejemplo contundente de la ejecución de una estrategia económica que persevera en el estancamiento. Es urgente recuperar la capacidad de industrialización en el ramo del petróleo.
La opción para fortalecer a la economía es el crecimiento de la producción de petrolíferos y de petroquímicos. Las exportaciones de crudo deben realizarse como un medio para hacer posible la nueva industrialización de Pemex.
*Profesor Titular, Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
vidal.gregorio@gmail.com
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