Una odisea de 72 horas en el Golfo de México

miércoles, 14 de septiembre de 2011.

imageCIUDAD DEL CARMEN, México (AP) — Una balsa rígida, sin techo, de fibra de vidrio, era la única posibilidad de supervivencia para diez trabajadores petróleos, que decidieron lanzarse a las aguas embravecidas del Golfo de México desde que la plataforma petrolera en la que trabajaban fuera severamente dañada por la tormenta tropical Nate.

En medio de la tormenta, al mediodía del 8 de septiembre, los vientos y el oleaje golpearon con tal fuerza al barco plataforma "Trinity II", que una de las tres piernas metálicas no resistió y se rompió.

Con la estructura cayéndose, el capitán Jeremy Parfait decidió que era momento de evacuar.

"Al momento que el capitán decide la evacuación, él se comunica y dice: 'en este momento perdemos comunicación porque vamos a evacuar el barco''', dijo a the Associated Press (AP), Arioc López, responsable de seguridad industrial para México de Geokenetics Inc., empresa estadounidense para la que laboraban tres trabajadores y tres contratistas de las diez personas que estaban a bordo del barco plataforma "Trinity II"

Las personas realizaban exploraciones sísmicas para la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

Los trabajadores y contratistas de Geokinetics Inc. y cuatro más de la tripulación del barco plataforma, propiedad de Trinity Liftboat Services, salieron entonces a cubierta para desplegar una balsa salvavidas sellada y abastecida con agua, un botiquín y un dispositivo de localización.

"Lamentablemente, cuando ellos desplegaron esta balsa les fue arrebatada por el aire", dijo López.

Así, los diez terminaron en la balsa plana, rectangular, inflada, y descubierta.

Algunos ataron sus manos a las manijas de la misma, fuera de la balsa, su cuerpo medio sumergido en el agua, porque los diez no cabían a bordo.

El australiano Aaron Houweling, trabajador petrolero, perdió el control en las primeras horas, probablemente por las ráfagas de viento de 110 kilómetros, de acuerdo a un almirante de la Armada que supervisó la operación de rescate.

Los otros nueve navegaron en la balsa pérdida por tres días, sin comida ni agua, y fueron arrastrados por vientos fuertes de hasta unas 120 millas naúticas (222 kilómetros) de distancia del barco plataforma.

Pemex identificó a los sobrevivientes como los estadounidenses Jeremy Parfait y Ted Derise, y los mexicanos Rubén Martínez Velásquez, Eleaquín López, Luis Escobar y Rubén López Villalobos.

Recuperado de las aguas con vida, el bangladesí Kham Nadimuzzaman murió horas después.

El trabajador australiano se encuentra desaparecido

Otros dos trabajadores murieron y fueron identificados como Craig Joseph Myers, de 32 años, and Nick Ray Reed, de 31 años, hijo del propietario de la compañía, Randy Reed, según un funcionario de la Procuraduría en Ciudad del Carmen que pidió no ser identificado porque la investigación se encuentra en curso.

El funcionario dijo que la causa de muerte de Reed fue "asfixia por sumersión" y la de Myers "choque cardiogénico por deshidratación severa e inanición".

El bangladesí Nadimuzzaman llegó inconsciente y murió por "choque cardiogénico por deshidratación severa e inanición", dijo el funcionario, que confirmó que los cuerpos de los dos estadounidenses (Myers y Reed) fueron entregados al personal del consulado de Estados Unidos en Mérida, para que ellos se encarguen de su traslado a Estados Unidos.

Así, tenemos que la tragedia cobró la vida de tres personas. Uno continúa desaparecido y seis más están vivos.

Parfait y Derise eran dos de los cuatro estadounidenses de la tripulación que trabajaban para Trinity Liftboat Services, con sede en Luisiana. Voceros de Trinity Liftboat han declinado comentar hasta ahora sobre la tragedia.

López aseguró que en cuanto perdieron la comunicación se declararon en emergencia y comenzó la operación de búsqueda y rescate que involucró a personal de Pemex, la Secretaría de Marina y autoridades estatales.

El almirante Joaquín Esteban García Silva-Pérez, comandante de la III Región Naval, dijo a la AP que el mismo jueves un helicóptero del Estado Mayor Presidencial fue enviado hacia el lugar donde se localizaba el barco plataforma "Trinity II".

Personal naval descendió a la plataforma, pero ya no había rastro de ninguno de los trabajadores. Un vídeo tomado desde el helicóptero muestra a la estructura bamboleándose, pero a flote, horas después de que los trabajadores saltaran al mar.

El almirante García dijo que entre el 8 y el 11 de septiembre, aeronaves de la Armada volaron 97,4 horas, helicópteros de Pemex otras 60 horas y embarcaciones de la Marina navegaron por 234,3 horas en busca de los náufragos.

En total, la operación de búsqueda abarcó 8.600 millas náuticas cuadradas, dijo. Es decir, una buena parte de la sonda de Campeche.

Luego de varios días de una búsqueda intensa, el barco Bourbon Artavaze, contratado por Pemex para apoyar en la búsqueda, ubicó la balsa y a los primeros cinco trabajadores poco antes del mediodía del domingo 11 de septiembre: cuatro con vida y uno muerto, sujetado con una cuerda al bote salvavidas, según el almirante García.

En unas cuantas horas, en la misma zona, los cuerpos de rescate localizaron a dos náufragos más que, al parecer, se soltaron de la balsa un día antes. Para la tarde del domingo, otro trabajador fue rescatado con vida y se localizó el cadáver de otro más, dijo el almirante García

En total, siete trabajadores con vida y dos fallecidos fueron encontrados el 11 de septiembre pues el bangladesí murió después..

"Imagínese nada más: estar 72 horas sin dormir, agotados, sin tomar agua, deshidratados y sintiendo los golpes de las olas", dijo el almirante.

Ninguno de los sobrevivientes, hospitalizados en una clínica privada de Ciudad del Carmen, había dado a conocer su versión y sólo algunos familiares habían hecho alguna referencia sobre la odisea.

"El tenía miedo de los tiburones", dijo Román Cruz, tío de Rubén Martínez Velásquez, quien era el cocinero del barco plataforma.

"Tuvieron suerte... y ayuda", dijo García mientras apuntaba con la mano hacia arriba, en una señal utilizada por los católicos para referirse a la protección de Dios.

Comentó que desde el lugar donde se lanzaron al agua hasta el lugar donde se localizaron había una distancia de cerca de 120 millas náuticas (poco más de 222 kilómetros).

Horas después de su traslado a un hospital de Pemex en Ciudad del Carmen, el trabajador bangladesí murió.

"Ellos están conscientes. Lúcidos, obviamente en shock por lo que les pasó", dijo López.

López, el responsable de seguridad industrial para México de Geokinetics Inc. dijo que aún está bajo investigación lo que sucedió exactamente con el barco plataforma y por qué se rompió uno de sus brazos.

El funcionario de la Procuraduría inició una investigación sólo por la muerte de tres de los trabajadores, pero su investigación no abarcará lo qué pasó con la plataforma.

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