10 años después ¿donde quedo el cambio?

miércoles, 1 de diciembre de 2010.

ELUNIVERSAL.- No sé si les pasa a ustedes, pajarracos, o si será que yo soy un pesimista empedernido de sólo escuchar el domingo el discurso del presidente Calderón, ese donde dijo que muchas cosas han cambiado en el país en los 10 años de gobiernos panistas —cuatro bajo su mandato— y que los mexicanos debemos estar atentos para no cometer el error de “regresar al pasado” porque eso sería “volver al autoritarismo, a la corrupción y a la pobreza”.

Es obvio, pajaritos, que Calderón, metido ya de lleno en la campaña por la sucesión presidencial, se refería al PRI y a los priístas que sueñan con volver al poder en 2012, y que su advertencia se refiere a que no seamos tan tarugos y nos creamos que esos lobos con piel de oveja que hoy son los señores del priísmo, han cambiado en algo y quieren volver a la Presidencia para hacer mejor las cosas.

Como diría mi amiguita la niña Paolita, de La Chuleta, “yo no me chupo el dedo”, y no creo francamente en las buenas intenciones del PRI ni en que, si vuelven al poder, serán diferentes de como fueron en 70 años que nos gobernaron ininterrumpidamente. ¡Pamplinas!, pajarracos, esos priístas siguen siendo los mismos mañosos, transas y negociantes del poder que fueron en siete décadas. Si es que la gente, desesperada y confundida, llega a votar por ellos y los devuelve a Los Pinos, no habrá mucho que esperar de ellos más que vuelvan a enriquecerse con el poder y los recursos públicos como lo hicieron a lo largo de su historia.

Tal vez haya quien diga: “Pues sí, los priístas al menos robaban pero tenían en calma al país”. Y pueden tener razón, pero eso no le quita nada al hecho de que los gobiernos del PRI llegaron a convertirse en sinónimo de autoritarismo, fraude y desfalco de recursos públicos por una clase política que se apropió del gobierno y de los cargos públicos como si fueran una agencia de colocaciones para sus parientes, amigos, compadres y demás fauna política.

Ahora, que si me preguntan si le creo a Calderón cuando nos dice que con los gobiernos del PAN todo eso terminó y cambiaron las cosas de 10 años para acá, les diría que tampoco. Nada o muy poco ha cambiado en materia de corrupción, influyentismo y mal uso o desvío de los recursos públicos en México en la última década. Y no lo digo yo, lo dijo hace poco Transparencia Internacional, un organismo dedicado a medir los índices de corrupción en las naciones, que informó hace unas semanas que México ha retrocedido y está peor en materia de prácticas corruptas en el gobierno que hace 10 años.

¿De dónde saca entonces Calderón que “la corrupción regresará” si el PRI vuelve a Los Pinos? La corrupción no se ha ido, nunca se fue; siguió presente y se robusteció con Vicente Fox y los hijos de Marta Sahagún, que negociaban contratos de gobierno y traficaban influencias para particulares o que importaban contrabando con la complacencia de Hacienda, volviéndose ricos de la noche a la mañana; o con los escándalos de saqueos en Pemex cuando trabajó ahí César Nava, o con las recientes filtraciones de colusión entre empresas y funcionarios del IMSS para la asignación de contratos de medicinas.

Habrá cosas que pudieron atenuarse, incluso cambiar con los gobiernos panistas; quizá el talante autoritario de los presidentes que ya no son los “todopoderosos” y no pueden o incluso a veces no quieren controlarlo todo ni meterse en todos los asuntos públicos y dejan que otros poderes y otras fuerzas actúen. Pero fuera de eso, pajaritos, no encuentro muchas diferencias sustantivas entre el régimen corrupto y podrido que rechazamos los mexicanos en 2000 y lo que tenemos a partir de los gobiernos de Fox y Calderón.

¿No convive y comparte el poder Calderón incluso con Elba Esther Gordillo o con Carlos Romero Deschamps o con Víctor Flores o con Joaquín Gamboa Pascoe, todos pléyade de líderes corruptos prohijados por el PRI? ¿No están intactas las mafias que saquean Pemex o las de los gasolineros que roban a sus clientes o los intereses empresariales que quiebran una aerolínea como Mexicana y no asumen ninguna responsabilidad? ¿No siguen pesando, como lo hacían en el priísmo, más los intereses de una élite pudiente que los de toda una mayoría de mexicanos que trabaja y sobrevive con lo indispensable? Discúlpenme, pajaritos, pero yo sí les pregunto: 10 años después, ¿dónde quedó el cambio?

1 Comentário:

Anónimo dijo...

¿ NO CREO EN EL PRI NO CREO EN EL PAN Y TU ?

Publicar un comentario

Agrega tu comentario

 
EL CAUDILLO PETROLERO © Copyright 2010