Repsol alardea de su nueva refinería ante sus socios mexicanos de Pemex

La alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, ejerció de guía turística para el presidente de la petrolera española, Antonio Brufau, que visitó el Museo del Teatro Romano

Brufau, en primer término, ayer mientras visitaba las obras del Teatro Romano junto a la alcaldesa.  JAVIER CONESA

JESÚS VIARTOLA A Repsol le gusta Cartagena. Mejor dicho, a sus directivos, y no sólo por ser el lugar donde se emplaza uno de sus mayores proyectos industriales. Lo cierto es que aunque las visitas de los dirigentes a la ciudad portuaria son más frecuentes por razones evidentes, en las últimas semanas se están haciendo más asiduos si cabe.

Si hace apenas unas semanas era el nuevo director del área de Refino de la multinacional, Josu Jon Imaz, el que se dejaba caer por Cartagena, ayer fue el propio presidente de la petrolera española, Antonio Brufau, quien visitó de nuevo el Palacio Consistorial acompañado de sus socios de la mexicana Pemex, que participa en el capital de Repsol en un cinco por ciento.

El encuentro con la primera autoridad municipal fue de lo más informal. De hecho, Brufau y su equipo apenas estuvieron unos minutos en el despacho de Barreiro, quien después de las presentaciones y saludos de rigor se ofreció a mostrar personalmente a sus visitantes el recientemente restaurado Palacio Consistorial de Cartagena, desde el salón de plenos hasta los más mínimos detalles arquitectónicos.

A continuación, la alcaldesa acompañó al grupo al Museo del Teatro Romano, donde auxiliada por la directora del mismo, también explicó a sus visitantes todo el proceso de recuperación al que se había sometido la zona arqueológica.

Y como no podía ser de otra manera, los directivos de Pemex pudieron comprobar sobre el terreno el estado de las obras de la macrorrefinería que Repsol está construyendo en Escombreras. No en vano la compañía estatal mexicana es una de las grandes suministradoras de crudo de España, que luego se trata en refinerías como la de Cartagena.

Las obras marchan al ritmo previsto y dentro del calendario fijado por la propia compañía, así que la puesta en marcha de la refinería se mantiene para el segundo semestre de 2011, informaron fuentes de la petrolera.

La inversión que Repsol ha efectuado para construir la refinería es de 3.200 millones de euros y tendrá una capacidad de destilación de 220.000 barriles diarios.