Pemex: una corrupción frustrada, Carlos Romero Deschams accionista mayoritario de Banorte detrás del la licitación arreglada

viernes, 19 de noviembre de 2010.

Después de los constantes fraudes en las licitaciones de arrendamiento a precios inflados de Buque tanques, como fue el caso de a Juan Bueno Torino ex director de Pemex refinación y en la que el presidente de la comisión Marina de la cámara de diputado, José Manuel del Río involucro en base a que la ASF determinó que en 2005 la subsidiaria rentó un buque con un sobre precio de 66 millones de pesos a dicha arrendadora, quien posteriormente trasfirió la embarcación a la empresa Akro Shipping, quien para obtener el contrato de adjudicación directa sólo le cambió de nombre y de bandera a la nave.

Pues parece ser que Carlos Romero Deschams accionista mayoritario de Banorte y sus complices estaban preparando otro fraude en contra de la Paraestatal Pemex en la adquisición de Buque tanques…

No cabe duda que no tienen escrúpulos estos tipos…

Claudia Villegas|Milenio

Dicen que en México es más fácil que un escándalo —de preferencia mediático y en cadena nacional— le cueste la cabeza a un funcionario público que una investigación de la Secretaría de la Función Pública. Contra ese tipo de indagatorias y denuncias puede interponerse un recurso de suspensión y, por supuesto, una larga defensa. Frente al descrédito público poco se puede hacer. Será por eso que hace apenas unos días el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, decidió declarar desierta una licitación pública internacional con el folio ROLP906001 que, de haberse cerrado bajo las inercias que la estaban determinando, se hubiera convertido en un escándalo de grandes dimensiones. Fue desde el escritorio de Suárez Coppel que se dio la orden de suspender el proceso para decidir la compra de al menos cinco buque—tanques de doble casco, con la cual se buscaba eliminar la renta de este tipo de embarcaciones cuya renta le cuesta a la paraestatal al menos 45 mil dólares por día.

En Pemex y en la Secretaría de la Función Pública, a cargo de Salvador Vega Casillas, se comenta que la participación de intermediarios estaba elevando el precio de dichos buques, cuya compra le representaría a la petrolera una erogación de al menos 250 millones de dólares. En el mercado abierto, sin broker alguno de por medio, la adquisición de esos activos le debe costar a Pemex sólo 200 millones. Por eso, Suárez Coppel dio un manotazo y frenó la compra por supuesto, no resistió la tentación de revisar los nombres de los involucrados y amigos de los intermediarios que participaban en la licitación y que, de la noche a la mañana, se hubieran ganado al menos 50 millones de dólares.

Banorte-Ixe

Corre ya mucha tinta sobre la fusión Ixe-Banorte. ¿Qué más se puede decir sobre esta decisión histórica? Se me ocurre recordar lo dicho en Banxico hace un año sobre el impacto que generaron los bancos extranjeros trasladando “legítimamente” recursos a sus matrices. También está la frustrada adquisición de capital de Banorte por parte del fondo-país de Singapur, Temasek, porque (se dijo) era “ilegal”. Hoy, esta es la respuesta a los obstáculos. Alejandro Valenzuela, el director de la fusión, hace un símil interesante: “Para los bancos extranjeros México es una pieza del ajedrez; para nosotros, México es todo nuestro tablero, lo vamos a jugar y no podemos permitir que se caiga ninguna pieza”.

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