Las campañas negras.

RECUENTO POLÍTICO

Fueron muchas las horas en que la puerta del war room, o sea, el cuarto de crisis, se mantuvo cerrada, no se escuchaba un solo ruido, ni un suspiro, parecía que no había nadie, pero al final uno de los expertos en lluvia de ideas se asomó.

En voz baja confesó que no, no hay mucho para dónde hacerse. Todos andan de campaña y las descalificaciones subirán de tono conforme se acerque 2012. Se va a poner peor, porque hoy los villanos favoritos son los gobernadores.

Y es que a río revuelto, es la propia inercia de la primera burbuja del país la que ha empujado el sospechosismo, y una política de culpar de la violencia a los gobernadores de un signo partidista diferente al oficial.

Y todo viene a cuenta por las filtraciones que daban por hecho que la cabeza del gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, sería puesta en bandeja de plata para ofrendársela a los malosos y a los que desataron la campaña negra para empujar su renuncia.

El gobernador neoleonés rinde hoy su Primer Informe de Gobierno en un ambiente particularmente difícil. La embestida del crimen organizado ha rebasado todos los límites, lo que nunca antes habían vivido los regiomontanos.

Desde la primera burbuja del país el reproche fue múltiple, el PAN no ganó la plaza regia, a Natividad González Parás lo tuvieron siempre en la mira y después vino una cadena de acontecimientos que echaron leña a la hoguera, sin que desde el gobierno federal se hiciera mucho para apagarla.

En la triste memoria están los episodios de los dos estudiantes del Tec de Monterrey que murieron en el fuego cruzado del Ejército, y que intentaron disfrazar; la presión de la CNDH descubrió la atrocidad; y vino la renuncia del rector. El protagonismo del alcalde Mauricio Fernández quedó como ocurrencia.

A ello se sumaron los asesinatos de alcaldes; la huida de empresarios al extranjero y el criticado jalón de orejas que les dio Lorenzo Zambrano.

Ahí están las largas y terroríficas jornadas de narcobloqueos simultáneos en la capital neoleonesa, aunque nunca se vio mucha presencia del Ejército ni de la PFP. Lo más grave, el ataque a civiles en una plaza pública y la muerte de una joven estudiante que cayó también por error de los militares.

Las conspiraciones

Esto fue aderezado por la campaña negra orientada a debilitar aún más la imagen de Rodrigo Medina, de que el gober no duraba, que renunciaría en cualquier momento, que ya se había peleado con Natividad González Parás. Que estaban cobrándole lo que Nati nunca hizo.

La Caintra emitió un comunicado en el que emplazó al gobernador a actuar. El mensaje de Rodrigo Medina fue que no renunciaría y dimensionó las presiones como "conspiraciones falsas".

Concediendo una renuncia, la pregunta es a quién beneficiaría directamente ese movimiento, seguramente a los grupos del crimen organizado, ¿a quién más?

Y en todo caso, quién sería el supergobernador que resolvería la situación de crispación en la entidad, ¿y de qué partido? No hay, no hay...

Sal en la herida

Y por si algo faltara, el exsecretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña le echó sal a la herida y enarboló el tema de la inseguridad como bandera de campaña electoral. En el mismo tono de César Nava usado contra sus adversarios en las campañas, el exgobernador de Jalisco se curó en salud y culpó a Rodrigo Medina de no tener valor y de ser irresponsable en el manejo de la estrategia contra la inseguridad.

Quien sacó la cara fue Eugenio Hernández Flores, el gobernador de Tamaulipas que a unas semanas de cumplir con su gestión reprochó a Ramírez Acuña que hiciera campaña a expensas de lo que como secretario de Gobernación no hizo.

El tamaulipeco confirmó lo que siempre ha pensado, que en la guerra declarada contra el crimen organizado los gobernadores son coadyuvantes del gobierno federal, quien cuenta con la fuerza del Estado.

Está visto que en la relación entre la burbuja de Los Pinos y los gobernadores falta algo más que química o buena vibra.

Por lo pronto, Hernández Flores aseguró que "no hay nada que celebrar" y canceló las fiestas anuales en la entidad. Y aunque admite que Egidio Torre tendrá un mayor margen de maniobra, el problema es el clima político de la sucesión presidencial.

En tanto, Rodrigo Medina anunciará hoy que durante su administración se han creado más de 76 mil empleos, de octubre de 2009 a septiembre de 2010, lapso en el que se ubica como el primer generador a nivel nacional; propició además una inversión extranjera directa comprometida -de enero a septiembre- de mil 645 millones de dólares y un crecimiento estimado de 6.5 por ciento para este año, es decir, 2 puntos arriba de la estimación de desarrollo nacional.

Jesús Sánchez