AMLO con Empresarios Independientes en Monterrey

jueves, 28 de octubre de 2010.

(El señor Livas envió este texto a Encuentro, AC a petición expresa de uno de los coordinadores de la organización).

Octubre 26, 2010

Andrés Manuel López Obrador ha dado un giro, importante quizá más que todo para él, o sea para aumentar sus posibilidades de llegar a la Presidencia de la República en el 2012. Hoy en Monterrey se reunió con un grupo de empresarios medianos invitados por ANEI, la asociación nacional de empresarios independientes, presidida por Fernando Turner.

Si hemos de caracterizar a Turner, podemos decir que ha expresado criterios verdaderamente críticos de las actuales políticas económicas, sobre todo su postura radical en contra de los monopolios a los que califica como aberraciones del libre mercado y en contra de una paridad artificialmente baja del peso-dólar. Estos dos temas más que cualquier otro han sido suficientes para ofrecerle a López Obrador un espacio de diálogo que se desarrolló con gran madurez democrática, con un público muy abierto y receptivo.

¿Acaso esto quiere decir que López Obrador ya penetró la coraza empresarial que él mismo creó, o a juicio de él se lo crearon con aquélla frase inolvidable de que era "un peligro para México"? No necesariamente, pero el acercamiento con treinta y tantos empresarios regiomontanos lo hace verse como un contendiente presidencial más ecuánime y dispuesto al diálogo.

No menos importante es haberse hecho acompañar por Rogelio Ramírez de la O quien es su economista de cabecera, pero goza de un prestigio impecable entre los empresarios; Adolfo Hellmund, ingeniero que agregó un desplante técnico al hablar de programación lineal; y en un plan casi de invisibles a Alberto Anaya, conocido patriarca del PT, y Federico Arreola, el amlista de extrema derecha que se ha convertido en la voz independiente de la incipiente organización que recientemente ha tomado forma, ENCUENTRO AC y que tendrá a su cargo apuntalar a López Obrador de aquí a que se vengan las campañas.

Son muchas las cosas que pensé podría preguntar a AMLO. Algunas las contestó antes de que alguien más o yo se las preguntara. Por ejemplo, ¿por qué no se acercó con su 40% de votos con Calderón para influir en los programas de gobierno? Yo soy de la opinión que el juego electoral es un juego finito que termina cuando alguien se sienta en la silla, con los votos que sean, siempre y cuando la súper mayoría silenciosa lo ratifique. Si la mayoría silenciosa cede, no hay nada qué hacer. López Obrador dijo que él nunca pensó en acercarse "a transar" con Calderón. Bueno una respuesta sin pregunta.

Otra respuesta sin pregunta es que está convencido que su actos de resistencia civil, como la toma de Reforma y el Zócalo, "evitaron una explosión popular" que sondeos mostraron que entre 9 y 10 por ciento de los seguidores estaban pidiendo una confrontación violenta y que, insinúa, debe agradecérsele que él frenó a su gente. Yo tengo otra visión, distinta, pues estoy convencido de que quiso pero no supo cómo conducir su resistencia civil. El racionaliza su fracaso, a mi juicio y muchos de sus seguidores se frustraron.

Impactados quedaron los empresarios por lo que ha sido su imbatible voluntad para haber visitado los dos mil cuatrocientos municipios del país y haber creado casi del doble de comités de apoyo. Nadie ha hecho eso jamás. Calcula que según encuestas tiene ya ganados como 15 millones de votos porque maestros, campesinos y obreros de todo el país lo ven a él como la oportunidad de un cambio verdadero.

O sea que si AMLO es un buen actor, como cualquier político debe serlo, es uno que está dispuesto a rebajar 20 kilos o hacerse engordar por expertos para poder jugar su papel a la perfección. No muchos hacen eso. Reconoce, sin embargo, en plan de broma que el señor del copete, Peña Nieto, tiene buen pegue con las cámaras y sobre todo en Televisa.

Creo que la gente que lo oyó hoy en Monterrey le cree que es un tipo personalmente honesto. Oí a Malaquías Aguirre felicitarlo por haber conseguido personalmente cemento para los libramientos elevados a precios internacionales. Otros, sin embargo, están convencidos de que su administración estuvo plagada de corrupciones.

Me extrañó que su idea respecto a Pemex no fuera cuestionada. AMLO claramente tiene la idea de que Pemex debe fortalecerse y crecer su tamaño de empresa, una mayor "integración vertical". Estoy cierto que se lo dejaron pasar pues riñe con la idea de que Pemex debería ser un enjambre de empresas pequeñas o medianas que dieran nuevas posibilidades de trabajo a cientos de miles de desocupados actuales y no hacer crecer a la mega corporación burocrática mangoneada por un sindicato indomable también.

López Obrador fue bastante creíble cuando afirmó que sí, a pregunte expresa: la de si él sería el que le pusiera un hasta aquí a la maestra Elba Esther Gordillo. Esta respuesta fue oportunidad para sumarse al clamor de la ANEI de la necesidad de generar competencia contra empresas como Cemex o Telmex o Televisa.

No sé si todo esto haya hecho cambiar la imagen que AMLO se hizo y le forjaron durante la campaña de 2006. De lo que estoy seguro es que se está dejando coachear mucho más que antes. Esto le ayuda pero no puedo afirmar que con ello se quite los votos negativos que acumuló durante años y menor aún ahora que viene una nueva oleada hacia la derecha.

La suerte de AMLO depende de muchos factores. La situación económica se va a poner peor y esto puede ayudarlo.

Fernando Canales, intervino para decir, entre otras cosas, que en la crisis que padecemos ningún partido se salva. El cambio podría llevar una generación. AMLO responde que él está convencido que son treinta mexicanos denunciados en su nuevo y reciente libro los que frenan todo el país en su beneficio, que arreglando eso sería el inicio.

López Obrador dice no traer instintos de venganza ante el fraude, pero definitivamente hace y contribuye a pintar una raya entre los que lo apoyan y todos los demás.

Creo que la situación de violencia en el país no nos concede tanto tiempo para hacer cambios como para esperar hasta 2012. Hay cosas que Felipe Calderón debería tomar prestadas de la ideas en las cuales tanto AMLO como los medianos empresarios coinciden porque son jugadas gratis. En la medida en que no se realicen en esa misma medida Calderón hará crecer a AMLO, como sin proponérselo lo hizo Fox al atacarlo.

Ahora, AMLO ya no pide la renuncia de FCH. Claro, parece que se da cuenta que la permanencia de Calderón en la presidencia es algo que le genera votos. No estoy seguro que esos votos salgan de los medianos y grandes empresarios quienes lo ven con muchísima desconfianza. Mientras eso no suceda AMLO se va a volver a quedar con las ganas de ser presidente.

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