Sentencian a dos ejecutivos por petróleo robado a Pemex

domingo, 26 de septiembre de 2010.

El ex presidente de la compañía Trammo Petroleum, Donald Schroeder, pagará una multa de 10 mil dólares y tres años de libertad condicional

image HOUSTON.- El presidente de una distribuidora de combustibles en Houston y un agente importador de hidrocarburos de McAllen fueron sentenciados hoy por la compra y venta de derivados de crudo robados a la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

El juez federal Ewing Werlein condenó al ex presidente de la compañía Trammo Petroleum, Donald Schroeder, al pago de una multa de 10 mil dólares y tres años de libertad condicional.

En mayo de 2009, Schroeder se declaró culpable de comprar condensado de petróleo robado para su distribución en Texas y aceptó pagar una multa de dos millones de dólares, en una sentencia previa a la emitida este viernes.

Schroeder fue el primero de cinco ejecutivos de compañías petroleras de Texas en ser acusado en la confabulación para adquirir combustible robado en México.

El magistrado Werlein sentenció también este viernes a Jonathan Dappen, quien fungía como agente intermediario entre compañías mexicanas y estadunidenses para el traslado del combustible robado.

Los términos de la sentencia de Dappen no se hicieron públicos y los documentos relacionados a la misma permanecen sellados por orden del juez. Sin embargo, versiones periodísticas señalaron que recibió una sentencia similar a la de Schroeder.

Los dos acusados enfrentaban una condena de hasta cinco años de prisión y multas de hasta 250 mil dólares.

Otros ejecutivos de pequeñas compañías petroleras de Texas que serán sentenciados como parte del proceso son Tim Brinks, presidente y director general de Continental Fuels; Arnoldo Maldonado, presidente de Y Oil and Gas, con sede en Edinburg, Texas y Stephen Pechenik, presidente de la compañía Valley Fuels Ltd.

Las acusaciones contra los cinco ejecutivos petroleros se desprenden de una investigación que se inició en 2007, luego de que las autoridades mexicanas notificaron a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) que parte del petróleo robado era conducido a Texas.

Las autoridades mexicanas aportaron a sus similares estadunidenses, una serie de nombres de personas y compañías sospechosas de revender el combustible robado.

De acuerdo con las autoridades, las compañías importadoras recibían y coordinaban el movimiento de camiones tanques cargados con petróleo robado de México hacia Estados Unidos, a través de uno de los cruces internacionales de la frontera sur de Texas.

Luego, las compañías dirigían los camiones a descargar el petróleo en lugares ubicados dentro del Puerto de Brownsville, para recibir después su pago a través de giros a varias cuentas bancarias, en una confabulación que acumuló la venta de millones de dólares en petróleo robado.

La investigación, encabezada en Estados Unidos por la Oficina de Aduanas e Inmigración (ICE) en coordinación con México, siguió el rastro a partir de quienes recibían el petróleo robado, para dar con algunos intermediarios, que a su vez comercializaban el combustible a varias compañías estadunidenses.

En agosto de 2009, las autoridades estadunidenses entregaron al gobierno de México un cheque por 2.4 millones de dólares, recursos obtenidos de la multa a Schroeder y de otros bienes de las compañías que lucraron con el petróleo sustraído.

En junio pasado, Pemex interpuso en una corte federal de Houston su propia demanda en contra de las compañías e individuos acusados en el caso.

1 Comentário:

Anónimo dijo...

puros chisnosos kemel es inocentes

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